Lupita

No. Bueno, que no era ahí, ¿eh? Era un restaurante, pero bueno. De delicioso. Ahí conocí la leche de tigre. La de tigre, porque la otra... ¿Eh? Obsesivo compulsivo. Entonces... ¿Quieres ver esto? No es cierto. Entonces, Juan, ¿cómo fue la conversación? ¿Cómo se dio?

No. Bueno, que no era ahí, ¿eh? Era un restaurante, pero bueno. De delicioso. Ahí conocí la leche de tigre. La de tigre, porque la otra... ¿Eh? Obsesivo compulsivo. Entonces... ¿Quieres ver esto? No es cierto. Entonces, Juan, ¿cómo fue la conversación? ¿Cómo se dio?

No. Bueno, que no era ahí, ¿eh? Era un restaurante, pero bueno. De delicioso. Ahí conocí la leche de tigre. La de tigre, porque la otra... ¿Eh? Obsesivo compulsivo. Entonces... ¿Quieres ver esto? No es cierto. Entonces, Juan, ¿cómo fue la conversación? ¿Cómo se dio?

No, a lo mejor no.

No, a lo mejor no.

No, a lo mejor no.

Pero yo, ¿qué señales te di como para que tú interpretaras que éramos novios? ¿De tu cuerpo, por ejemplo?

Pero yo, ¿qué señales te di como para que tú interpretaras que éramos novios? ¿De tu cuerpo, por ejemplo?

Pero yo, ¿qué señales te di como para que tú interpretaras que éramos novios? ¿De tu cuerpo, por ejemplo?

¿En España piden ser novios?

¿En España piden ser novios?

¿En España piden ser novios?

Si tú que me estás viendo casi te eres de España, confirma aquí en comentarios si allá se pide o no se pide el ser la novia. O son de los modernos de que, pues ya, ¿no? O sea, convivimos, hablamos, cogemos. Somos. Tenemos citas. Pues que coño, tía, que tú ya eres. Es porque Juan no dice ni la palabra novia. Tú eres mi chica. Y se va en su moto.

Si tú que me estás viendo casi te eres de España, confirma aquí en comentarios si allá se pide o no se pide el ser la novia. O son de los modernos de que, pues ya, ¿no? O sea, convivimos, hablamos, cogemos. Somos. Tenemos citas. Pues que coño, tía, que tú ya eres. Es porque Juan no dice ni la palabra novia. Tú eres mi chica. Y se va en su moto.

Si tú que me estás viendo casi te eres de España, confirma aquí en comentarios si allá se pide o no se pide el ser la novia. O son de los modernos de que, pues ya, ¿no? O sea, convivimos, hablamos, cogemos. Somos. Tenemos citas. Pues que coño, tía, que tú ya eres. Es porque Juan no dice ni la palabra novia. Tú eres mi chica. Y se va en su moto.

Ay, que Juan me llevaba a viajar en moto por el sur de España. Tremendo. Entonces, bueno, yo voy a platicar cómo surgió la conversación. Estábamos en un restaurante X, comiendo ceviche peruano, y yo conociendo una lechota, güey, siento que la grincha se apodera de mí de repente. Entonces, de repente, ¿cómo fue? Ah, ya me acordé, porque me dijo, el cumpleaños es el 30 de octubre.

Ay, que Juan me llevaba a viajar en moto por el sur de España. Tremendo. Entonces, bueno, yo voy a platicar cómo surgió la conversación. Estábamos en un restaurante X, comiendo ceviche peruano, y yo conociendo una lechota, güey, siento que la grincha se apodera de mí de repente. Entonces, de repente, ¿cómo fue? Ah, ya me acordé, porque me dijo, el cumpleaños es el 30 de octubre.

Ay, que Juan me llevaba a viajar en moto por el sur de España. Tremendo. Entonces, bueno, yo voy a platicar cómo surgió la conversación. Estábamos en un restaurante X, comiendo ceviche peruano, y yo conociendo una lechota, güey, siento que la grincha se apodera de mí de repente. Entonces, de repente, ¿cómo fue? Ah, ya me acordé, porque me dijo, el cumpleaños es el 30 de octubre.

Entonces me dice, oye, que vamos a nuestro cumpleaños, yo el 23, que ¿qué te parece que vayamos de cumpleaños a España, tía? Que sería guay ir a España. Y yo, ay, sí, yo quería ir a Europa por mi cumpleaños también. Sí, sí, sí, yo tenía planeado, yo quiero ir y no sé qué, no sé qué. Y le dije, no, pues sí, ya vemos dónde nos quedamos. No, no, no, ¿qué dices? Coño, que te quedarías en mi casa.

Entonces me dice, oye, que vamos a nuestro cumpleaños, yo el 23, que ¿qué te parece que vayamos de cumpleaños a España, tía? Que sería guay ir a España. Y yo, ay, sí, yo quería ir a Europa por mi cumpleaños también. Sí, sí, sí, yo tenía planeado, yo quiero ir y no sé qué, no sé qué. Y le dije, no, pues sí, ya vemos dónde nos quedamos. No, no, no, ¿qué dices? Coño, que te quedarías en mi casa.